domingo, 8 de enero de 2012

Capítulo Uno: Mi primer día. Primera Parte.


Narra Emmily.

Que ilusión… Primer día de clase en un instituto nuevo, pienso, ¿por qué no me habré podido quedar en mi instituto?, ah, es verdad, el trabajo de papá, y para colmo mi hermana me tiene que vigilar, ya no soy una niña, tengo quince años, estoy harta de que me traten como tal; desde que murió mi madre siempre he tenido que obedecer a mi hermana, porque mi padre siempre estaba de viaje, ¡es algo insoportable!
-         ¡Emmily! ¡Vas a llegar tarde a clase, haz el favor de bajar ya!- me gritaba mi hermana desde arriba.
-          Ya voy Jimena…- dije desanimada.
Para ella empezar otra vez el curso es fácil, conoce a gente, yo no, voy a ser la típica marginada que se sienta sola en la primera fila… Mi hermana se llama Jimena, tiene diecisiete años, es muy popular, allá donde va arrasa; yo soy lo contrario a ella, soy ese tipo de chicas que pasa de los tíos y prefieren centrarse en los estudios, pero cuando me enamoro de verdad es algo inútil y doloroso, ya que no soy correspondida.
Baje las escaleras, me dirigí al salón donde me estaban esperando mi hermana y mi padre, el cual, hoy nos iba a llevar al instituto, eso me tranquilizaba, pero no del todo. Estuve todo el trayecto, sin parar de jugar con mis manos; al cabo de diez minutos llegamos al instituto, tomé aire y baje del coche, me dirigí a la clase que me habían asignado y como no quería llamar mucho la atención entre en clase y me senté en la segunda fila, al lado de la ventana. Al rato, llegó una chica muy amable, o eso parecía, se acercó a mí y empezó hablarme.
-          Hola, yo soy Vicky, tú debes de ser la nueva, ¿me equivoco?- me dijo esbozando una agradable sonrisa.
-          Hola, soy Emmily, y sí soy la nueva.- dijo devolviéndole la sonrisa.
-          ¿Me puedo sentar contigo?- me preguntó. Yo asentí la cabeza.
Poco a poco, fueron entrando los demás que iban a estar conmigo en clase; Vicky y yo empezamos hablar, teníamos muchas cosas en común, había encontrado, el primer día a una amiga, o por lo menos esas eran sus intenciones. Pasaron unos diez minutos desde que llegué a clase, el profesor entró por la puerta y aun quedaban sitios libres detrás de mí, al cerrar el profesor la puerta, llamaron a la puerta.
-          ¿Se puede?- preguntaron cuatro chicos.
-          Hombre, pero si es el Sr.Styles, como es habitual siempre llega tarde, que sea la última vez, y a sus amigos les digo lo mismo, pasar y sentaros.- les mandó el profesor, ellos asintieron y se sentaron.
Dos de ellos, se sentaron detrás de nuestro, uno era el muchacho al que el profesor le había echado la bronca, estaba sentado junto a otro chico; uno era moreno con el pelo rizado, los ojos verdes y una sonrisa preciosa, y el otro era un chico rubio con unos ojos azules muy bonitos. Tocaba matemáticas, el profesor nos dijo que sacáramos nuestro libro, Vicky y yo nos volvimos para sacar los libros de las mochilas, cuando me giré los vi a ellos dos sonriéndole a Vicky y uno de ellos le dijo en voz baja.
-          Chs, Vicky, ¿no nos vas a presentar a tu amiga?- dijo aquel muchacho.
-          Cállate Styles.- le replicó ella. Yo me volví hacia delante, no quería que el primer día me echaran la bronca.
Pronto acabó la clase de matemáticas, todos se salieron al pasillo, menos Vicky y los dos chicos de detrás nuestro, aquellos dos chicos se acercaron.
-          ¡Vicky!- dijo el chico de ojos azules abrazándola.
-          ¡Hola!- dijo ella devolviéndole el abrazo.- Emmily este es Niall, mi mejor amigo desde pequeños.
-          Encantada.- dije sonriendo.
-          Y este… Este es Harry.- dijo mirándole de arriba abajo.
-          Encantado.- dijo él sonriendo.
-          Lo mismo digo.
Los que estaban en el pasillo entraron corriendo a clase, eso quería decir que ya llegaba el profesor, nos sentamos todos en nuestro sitio, y sacamos el cuaderno de dibujo, tocaba plástica. Teníamos que dibujar lo que se nos pasara por la cabeza, era un poco, como arte improvisado, de repente el profesor dio un golpe en la mesa y se levantó.
-          Sr. Styles, ¡mal empezamos!- se quejo el profesor.- Srt. Perez, haga el favor de cambiarse el sitio con el Sr. Styles.
-          Está bien profesor.- dijo ella, recogiendo sus cosas; yo la miré y me sonrió.
-          Sr. Styles, como le vuelva a llamar la atención va al despacho del director.
-          Vale profesor.- dijo él.
Yo seguía a lo mío, pero sentía como su mirada se clavaba en mi cabeza; no lo soportaba, necesitaba salir de esa clase, tenía que ir al baño a echarme agua en la cara.
-          Profesor, ¿puedo salir un momento al aseo? Por favor.- pregunté educadamente.
-          Dese prisa.- me respondió.
Me levanté de mi asiento, le di una nota a Vicky y me fui hacia el baño. Iba de camino buscando los servicios cuando me choqué con mi hermana, “que casualidad” pensé.
-          ¿Dónde vas?- me preguntó.
-          Estoy buscando los servicios, pero no los encuentro.- le respondí.
-          Ven, que te digo donde están y ya me cuentas qué tal te ha ido la primera clase.
Mi hermana, me pasó el brazo por encima y me acompañó a los servicios, al llegar, abrí el grifo y me eché agua en la cara.
-          ¿Cómo llevas el día?- me preguntó.
-          Bien, he conocido a una chica muy simpática, se llama Vicky.- le respondí mientras me secaba las manos.
-          Me alegro.- dijo ella sonriendo.- Toma, me ha llamado papá que se nos ha olvidado el almuerzo en casa y me ha dicho que te de dinero.- me dijo mi hermana.
-          Gracias.- le dije yo.- Bueno tengo que volver.
-          Está bien, yo también me voy ya.- me dijo ella.
Me despedí de mi hermana, ella subió escaleras arriba hacía su clase, yo seguí todo el pasillo recto hasta llegar a clase. Abrí la puerta, pasé y me senté en mi sitio, cuando me senté, Vicky me lanzó la nota que le había mandado y me hizo un gesto como que estaba de acuerdo. Seguimos con la clase, yo ya había dibujado, mientras que el chico que estaba a mi lado, Harry, había pintado letras, las cuales, si las ordenabas, formaban nombres, el profesor recogió el trabajo hecho, tocó el timbre y salió por la puerta. Estaba recogiendo mis cosas cuando llegaron los otros dos chicos para hablar con Harry.
-          Hazza, primera amenaza de principio de curso, a ver cuantas más te hacen.- le dijo un chico moreno.
-          Me da igual.- dijo él riendo.- Anda, vámonos a gimnasia.- le dijo a sus dos amigos.
-          Emmily, vamos.- me dijo Vicky acompañada de Niall.
Nosotros tres nos fuimos hacía el pabellón, empezamos hablar de muchas cosas, Niall parecía un chico muy sensible, pronto llegamos a las pistas donde íbamos hacer gimnasia. Era un espacio muy grande, había desde canchas de baloncesto, hasta pistas de atletismo; nos tocaba compartir aquel espacio tan enorme, con la clase de mi hermana, tenían dos años más que todos nosotros, pero no pasaba nada. El profesor de gimnasia nos dejó deporte libre, Vicky y Niall se fueron a jugar al baloncesto; yo les seguí cuando de repente oí alguien que me llamaba.
-          ¡Emmily!- me gritaba alguien desde el otro grupo, era mi hermana.
-          Hola, ¿qué quieres?- dije acercándome a ella.
-          ¿Quieres jugar un partido de futbol con nosotras? Nos falta una jugadora, y tú eres buena.- me explicó mi hermana.
-          Pero…- dije yo, pero alguien detrás de nosotras aplaudió.
-          Claro que sí chicas, ponerla y echamos un partido, ¿o tenéis miedo de perder?- dijo Harry riéndose.
-          Styles no me hagas enfadar.- dijo mi hermana.
-          ¡Está bien!- grité yo.
-          ¿Vas a jugar tú? Bueno pues cuidado, que no te hagamos daño.- dijo riéndose.
Nos pusimos a jugar, mi hermana me colocó en el centro del campo con ella, todos los de mi clase y los de mi hermana se pusieron a vernos jugar. Comenzamos sacando las chicas, mi hermana me pasó el balón, y yo avancé con él; detrás de mí corría Harry, pude regatearle sin ningún problema, mi hermana me pidió el balón, yo se lo pasé, pero uno del equipo de los chicos, me hizo una entrada y caí al suelo, el árbitro, que era el profesor de gimnasia pitó falta a mi favor; la centré y me fui al centro del área del equipo contrario, mi hermana la elevó, a la vez que venía el balón, yo salté y le golpeé con la cabeza, el balón terminó dando en las cuerdas de dentro de la portería, había marcado gol.

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